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Marihuana
Esta droga, también llamada weed o mota popularmente, es una mezcla gris-verdosa de hojas y flores secas y trituradas del cannabis sativa, la planta del cáñamo.
Esta planta contiene más de 500 sustancias químicas que incluyen más de 100 compuestos relacionados químicamente con el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), la sustancia que causa esos efectos embriagadores que las personas que la consumen suelen buscar.
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El THC se encuentra en la resina que producen las hojas y los brotes, principalmente de la planta hembra de cannabis.
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La marihuana es una droga psicoactiva, ya que altera la forma de trabajar de nuestra mente mientras está activa.
¿Cuáles son las formas en que puede consumirse?
Esta es una de las drogas que puede ser consumida en más formas, que van desde hacer cigarros o "churros" para fumarlos (que es la forma más común) o de la misma forma pero en pipas.
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También suele consumirse incorporándola a los alimentos (usualmente postres) combinándola con la mantequilla derretida.
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Los tés son otra forma común para consumir esta droga, aunque de esta manera se piensa más de forma medicinal; al igual que en cremas untables para calmar dolores.
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Hay mucha discusión sobre si la marihuana es o no adictiva.
La realidad es que es una sustancia que no crea ninguna adicción física, es decir, el cuerpo no la necesita realmente al dejar de consumirla repentinamente.
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Sin embargo, sí es verdad que crea una adicción psicológica.
Y ¿Cómo es una adicción psicológica?
Cuando un individuo sufre de adicción psicológica al cannabis, suele darse por problemas de esta índole que sufriera ya sea por motivos de su vida privada o en ocasiones por una predisposición mental que fuera activada con el consumo de la droga.
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La marihuana, al producir efectos tan placenteros y relajantes, suele hacer que el usuario olvide sus problemas durante el viaje; así, surge esta necesidad psicológica de mantenerse constantemente en él, para estar de esta manera, fuera de sus problemas reales.
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Al ser consumida, las sustancias químicas de la planta pasan de los pulmones al torrente sanguíneo, que rápidamente los transporta a través del cuerpo y hasta el cerebro.
La persona comienza a sentir los efectos de forma casi inmediata, y éstos van desde una euforia placentera y una sensación de relajación.
Otros efectos comunes incluyen una mayor percepción sensorial, es decir, el usuario experimenta todos sus sentidos (gusto, olfato, tacto y vista) con mayor intensidad, además de risa, alteración de la percepción del tiempo y aumento del apetito.
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Es importante saber que si se consume en alimentos o bebidas, los efectos aparecen después de 30 minutos a una hora de haber sido consumida, ya que debe pasar por el sistema digestivo.
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En ocasiones, usuarios inexpertos creen que los efectos no llegarán y deciden consumir más dosis para sentirlos sin saber que podrían
consumir más de lo necesario, alargando demasiado el viaje o haciéndolo muy intenso para él.
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Dosis muy elevadas también pueden causar que los efectos no sean placenteros; haciendo que el usuario experimente ansiedad, miedo, desconfianza o pánico.